Al cabo de haber culminado la rehabilitación de su primera escuela de negocios, el grupo AMOS decide apostar por la transformación de un antiguo supermercado en el distrito 13 de París, con una superficie de alrededor de unos 650 m², este complejo ofrece a sus usuarios : 5 aulas de clase, un gran hall el cual incluye una cafetería, coworking, un área de descanso, una sala de reunión y dos oficinas.
Inundar el espacio de luz
Una de las mas grandes incógnitas que giraban entorno al proyecto era de : cómo iluminar los diferentes espacios dentro del establecimiento. Inmergido en un bosque de columnas y vigas. Este antiguo supermercado en planta baja, contaba con tal solo dos aperturas : una fachada transparente principal que da frente a la calle Barrault y una otra fachada de servicio aun mas pequeña que se encontraba en la parte trasera, la cual servía antiguamente para suministrar y abastecer el establecimiento comercial.
El atrio viene a cumplir un rol muy importante en el proyecto, puesto que sirve primero que todo como elemento estructurador, permitiendo organizar de manera coherente todos los espacios que se encuentran alrededor de este, con el fin de que cada uno de los espacios pudiera beneficiar de la luz y de las vistas provenientes del exterior.
La luz natural penetra hasta la parte trasera de este gran espacio, gracias a la distribución estratégica de las aulas de clases y oficinas : los muros falsos ayudan a ocultar la mayor parte de los elementos estructurales. Sin embargo, algunos se dejan intencionalmente a la vista, sin acabado alguno, mostrando el lado mas austero de la materia prima, al igual que ciertos muros en hormigón y tuberías a la vista, que contrastan y hacen juego con el acero, los cielos rasos y los suelos lisos.