El río Medellín es la columna vertebral del valle de Aburrá, lo atraviesa de sur a norte y junto a las laderas, son la identidad natural regional, cada municipio del área metropolitana forjó una relación intrínseca con los kilómetros de río que le son propios. La llanura aluvial del valle controlaba las inundaciones y contenía un corredor biótico de fauna y flora, la canalización del río desde 1946 rompió y desarticuló esta estructura natural y alteró el rumbo de las inundaciones naturales ocasionando desequilibrios donde desembocaban quebradas y donde el suelo distribuía naturalmente el exceso de agua.
Los procesos de ocupación sobrepusieron infraestructuras en las márgenes del río; Líneas de transporte público y privado, la línea principal del metro, autopistas metropolitanas y regionales y redes de servicios esenciales para la ciudad. Este corredor multimodal aseguró competitividad y conexión a los municipios del valle y la región, pero causó una ruptura entre la ciudad y el río; Una división social, cultural y ambiental agudizada por los impactos ambientales negativos derivados de las infraestructuras sobrepuestas que desaparecieron el rio del imaginario colectivo.
Parques del Río Medellín surge como respuesta a estas problemáticas, tejiendo la ciudad longitudinal y transversalmente, revitalizando el rio y transformándolo en jerarquía ambiental, cultural, educativa y deportiva, creando un eje de espacio público de convergencia ciudadana y ambiental a través del mejoramiento y aprovechamiento de suelos de oportunidad, infraestructuras, zonas verdes y espacio público aledaño, recuperando la relación de los ciudadanos con los sistemas hídricos de la ciudad y reconstruyendo la memoria colectiva en función de “devolverle la vida al río y el río a la ciudad y a sus habitantes”.