Bogotá es la capital de Colombia, se localiza en el centro del país a 2.600 metros sobre el nivel del mar, el territorio que ocupa la ciudad es conocido como la “Sabana de Bogotá. La ciudad se encuentra limitada en la zona oriental por un sistema montañoso conocido como los cerros orientales y en el occidente por el río Bogotá, este territorio hace unos 20.000 años era un gran lago que unía cerros y río.
Como estrategia de conservación y protección de los ecosistemas, el Jardín Botánico de Bogotá desarrolla la iniciativa “Nodos de Diversidad”, proyecto que busca realizar una nueva expedición botánica a lo largo de distintas zonas del país y que permitirá proteger y poner en valor, algunos de los ecosistemas más amenazados en el territorio colombiano. El Tropicario, es la principal infraestructura de este plan, será el espacio para exhibir y promover los resultados de estas expediciones.
La pregunta de partida del proyecto fue, ¿Cómo relacionarnos con el paisaje de la Sabana de Bogotá?, esta pregunta requeriría al proyecto funcionar como un espacio para divulgar y enseñar acerca de los valores y amenazas ambientales que enfrenta este territorio, como una forma de aportar a la cultura del paisaje local.
Se entiende el edificio como un sistema, partes relacionadas que conforman un todo. Conceptualmente se buscó que las distintas áreas del programa funcionen como espacios flotantes, dentro de un humedal, el ecosistema propio de la Sabana de Bogotá. Para ello fueron importantes referencias de arquitectura anfibia desarrollados por la ingeniería prehispánica.
El proyecto se compone de seis colecciones: Bosque Húmedo, Bosque Seco, Colecciones Especiales, Plantas Útiles, Superáramos y Biodiversario, cada espacio tiene requerimientos de altura, temperatura y humedad específica, estos espacios funcionan como módulos “flotantes”, articulados a través de un Humedal Artificial, colección propuesta por el equipo de diseño desde la fase del concurso.
La emergencia medioambiental que vive nuestro planeta, hace necesario que el proyecto público se piense desde lógicas urbanas y ambientales de manera simbiótica, con el fin de salvaguardar el patrimonio ambiental de todos. El Tropicario es una apuesta por RECONECTAR con el territorio, a partir de promover una cultura del paisaje donde desde lo local, se transmita un mensaje de urgencia global.