El paisaje, el tamaño y condiciones particulares del lote, variables imprescindibles que tienen que ver con la orientación para conseguir iluminación, calor y ventilación natural, además del requerimiento como negocio inmobiliario de la propietaria, se tomaron como un desafío integral que demandaba una propuesta integral como respuesta.
¿Cómo no pensar en integrar arquitectura y paisaje?
¿Cómo no pensar en habitantes que disfruten de áreas abiertas en sus
viviendas?
Un cuarto de círculo alargado de 375 m2 / Restricciones de retiros obligatorios / 3 niveles + subsuelo permitidos / Una curva amplia como frente hacia dos calles y dos vecinos laterales / Desnivel de 3 metros entre las dos calles que conforman la esquina. ¿Cómo integrar respuestas eficientes a condiciones particulares diversas y complejas?
En La Paz buscamos el sol que transcurre por el norte e intentamos cerrar el sur para minimizar pérdidas térmicas. El reglamento nos permite adosar el edificio a un vecino, dejando retiros obligatorios hacia los otros frentes. Adosamos el edificio al sur, liberando los frentes más asoleados.
Encargaron 3 departamentos típicos para venta, uno en cada nivel permitido por el reglamento municipal, asumiendo que solo uno, el de planta baja, tendría acceso a área libre privada. El proyecto replantea el enfoque usual con el que se produce arquitectura para el negocio inmobiliario. Reemplazamos departamentos horizontales tipo, basados en una estética de moda “vendible”, por viviendas con un enfoque centrado en sus habitantes, logrando equilibrio en la relación costo – beneficio.