Implantada en un lote del Barrio Nordelta, provincia de Buenos Aires, con particulares condiciones topográficas dadas tanto por su geometrÃa como por su relación con el lugar, la vivienda intenta abordar la problemática proyectual que representa el pensar la vivienda en el ámbito de un barrio privado.
Bordeado por agua en dos de sus lados, hacia donde se abren las visuales y lindando con una construcción existente, el edificio busca generar diálogos permanentes con el entorno. Algunas de las preguntas que fundamentaron el proceso proyectual, tienen que ver con la relación interior-exterior. ¿Cómo se deberÃa habitar este paisaje? ¿Qué implicarÃa redefinir lo doméstico?
La casa plantea como eje de dicha problemática la definición de un paisaje interior; un patio que no sólo articula los distintos usos de la vivienda y sus lógicas de habitabilidad, sino que se presenta como un espacio articulador entre dos paisajes exteriores: el paisaje interior y el exterior. A partir este vacÃo, el espacio se redefine como una serie de transiciones verticales y horizontales, entre lo público y lo privado, buscando que los lÃmites sean disueltos.
Centrando la problemática en el tema matérico-estructural, el proyecto indaga sobre el par material hormigón-madera, proponiendo al primero como el material que define la estructura tectónico-espacial del proyecto. Los tabiques soportan las losas que a su vez cuelgan de las vigas superiores. La estructura, con sus diferencias de texturas y dimensiones, define los lÃmites de los espacios y se hace presente potenciando la planta liberada del sector público y posibilitando fenoménicamente que dicho espacio sea totalmente etéreo en cuanto a sus lÃmites; dado que las carpinterÃas pueden abrirse en su totalidad conformando un espacio continuo semicubierto. El lÃmite es el horizonte del paisaje que plantea el lugar.